LAGO SAN PABLO:
El lago más grande de la provincia. Los indígenas salen a pescar temprano por la mañana en sus canoas de paja, y también toman un baño y lavan su ropa durante el día en sus aguas. El lago está rodeado de hosterías, fincas y restaurantes donde puede pasar uno o un par de días de puro entretenimiento y diversión. Puede también contratar los servicios de una barca que lo llevará alrededor del lago.
COTACACHI:
Este pueblito cercano está lleno en todas sus calles de tiendas con gran variedad de artículos de cuero.
LAGUNA DE CUICOCHA:

LAGUNA DE YAGUARCOCHA:
Su nombre significa “lago de sangre”. Cuenta la leyenda que una sangrienta batalla indígena tuvo lugar en sus orillas y la laguna se tiño de sangre, de ahí su nombre. Actualmente una pista de carreras pasa por su contorno y aquí se desarrollan carreras automovilísticas continuamente.
SAN ANTONIO DE IBARRA:
Un pequeño poblado donde todo el mundo tiene su negocio de artículos tallados en madera. Vale la pena una visita para compra de souvenirs.
CHOTA:
Esta ciudad esta localizada en un valle de clima cálido y paisajes desérticos, que contrastan con el resto de la provincia. Esta ubicado en la parte norte de la provincia al límite con la provincia del Carchi. Lo curioso de esta pequeña ciudad es que está poblada por gente negra (descendientes de africanos), es por ello que con sus costumbres ancestrales y su baile nos recuerdan a un pedacito de África en el Ecuador.
El Parque del Cóndor:
En un lugar mágico, a la cumbre de Curiloma, con uno de los paisajes más imponentes de los Andes ecuatorianos, se encuentra este refugio de fauna y flora y el parque educativo, que es el hábitat del majestuoso cóndor de los Andes (Vultur gryphus) y de otros buitres. Sólo a 4.5km de Otavalo, se ubica el Parque del Cóndor. Este parque de 30 acres es dirigido por una fundación que se dedica al rescate de pájaros depredadores como halcones, águilas, buitres y búhos. El parque es único por varios razones. Está ubicado sobre una colina, llamada por la gente local "Pukara Alto", un centro energético desde los tiempos precolombinos, donde quedan ruinas de un templo relgioso pre- Inca. Los sitios son asombrosos, 360º circundado por montañas, lagos, valles y pueblos. El parque todavía no aloja muchos pájaros, porque estos no se capturan, sino se recogen para curar o llevar a cuidarse ellos mismos cuando estaban en cautividad. El director del parque, Jope Hendriks, explica que la realización del proyecto fue posible por el patrocinio de la embajada holandesa, un centro alemán de pájaros depredadores y empresas ecuatorianas. A lo largo de un camino de adoquinado en el parque, se han distribuido largas jaulas para admirar una variedad de pájaros como el busardo azoreño, el zopilote rey, el lechuzón de anteojos, el cárabo café, entre otros. Por último, los visitantes dan con la jaula del Cóndor de los Andes, que está en peligro de extinción aunque en cautividad se reproduce fácilmente. Dos veces al día hay presentaciones de vuelo con los halcones.